sábado, 7 de abril de 2012

Escondi todas las tijeras



Yo por aquella época, tenía una pinta de macarrilla con todas las de la ley.

Matón de los Herreros, subdirector general, quería pelarme, pero primero había que pillarme. Como intuí podría hacerlo, dada la cohorte de pelotas que le lamían el culo a todas horas, escondí todas las tijeras del edificio.

Al día siguiente, consiguió con ayuda de seis pelotas, capturarme, y pidió las tijeras a la golda Meyer, y ésta le dijo que las tenía yo, a lo que yo añadí TODAS.

Tuvo que desistir.

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