domingo, 15 de abril de 2012

Abogado Federico Orellana Toledano

Piticlím, piticlím...

- ¿Sí? Le atiende el Cabo Doro
- Verá, yo quería hablar con Don Federico, el abogado.
- Señora, ese hombre murió hace ya tiempo.

La pobre la señora, confundió el nombre de la calle, con quien ella quisiera hablar en la Compañía.

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