sábado, 14 de enero de 2012

La grua no se lleva mi coche

Un día al Maassa Reynols, le dió por comprarse un coche enorme, y por supuesto lo dejaba mal aparcado en la puerta de la oficina, que para eso era él el jefe.

Una tarde estábamos de cerveceo en el bar de al lado de la oficina, a escasos metros del coche, y llegaron los municipales a ponerle el cepo (luego prohibieron el cepo), y no cabía, pues las ruedas eran mucho más anchas.

¿Qué muchachos, no se puede no? Les preguntaba el Maassa, desde la mesa del bar.
- No, pero llamaremos a la grúa, no se preocupe señor.

Cuando llegó la grúa, tampoco se lo pudo llevar, no recuerdo los motivos, pero posiblemente porque el coche era mucho más grande y pesado que la grúa de los municipales.


¿Qué muchachos, tampoco se puede no? Les volvía a preguntar el Maassa, desde la mesa del bar.
- No, pero lo multaremos, no se preocupe señor.

Y al final allí quedó el coche mal aparcado, y los municipales jodidos por no habérselo podido llevar, ni inmovilizar.

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